EDITORIAL:

NO TODO SON MALAS SEÑALES

La gente se empieza a cansar de tanta incompetencia entre nuestras autoridades.
Resulta que ahora el deporte favorito de nuestro alcalde Arturo “REY” Molina es salir llorando por medio de comunicación que se le aparezca, para pedir más fondos, ¿entenderá que eso es gestión?. Que nadie se espante con lo que digo, pero Codelco -por nombrar al principal benefactor- no tiene porque darle un peso directamente a la ciudad. Su misión es ser una empresa rentable, para aumentar las arcas fiscales del país, darle un buen trabajo tanto a sus propios trabajadores como a los contratistas y mantener un medio ambiente libre de contaminación. El espectáculo de ver a nuestra máxima autoridad implorando por una “monedita solidaria”, sólo demuestra el bajo nivel de las ideas de cómo revertir el estancamiento y falta de oportunidades que tiene nuestra gente. Si uno analiza los temas que pone en la opinión pública la municipalidad, son sólo voladores de luces y apuestas miopes de desarrollo -como el casino, que lo único que traerá será más miseria humana-. Que alguien nos diga qué apuesta o planificación sensata entregan nuestras autoridades: Nada de nada. Total, si la cosa anda mala, se le inyectan más recursos al verano calameño y con unas lolitas moviendo el traste, todos se olvidan de nuestro estancamiento y subdesarrollo.
En ese contexto ha pasado relativamente “piola” la sobrevivencia de la Gobernadora Sandra Pastén, después del cambio realizado por Bachelet. Lo interesante es que hace un par de meses, corría el rumor “confirmado” que sus días al frente de la Gobernación estaban contados. Por el contrario, en estos días incluso asume la intendencia de manera subrogante… más allá de cualquier evaluación, queda una pregunta flotando: ¿quienes han sido los interesados en bajarle el perfil a Sandra?
Afortunadamente, no todo son malas señales, la patada en el trasero que ha recibido Guillermo Vera Me-jodes, muestra que a veces se sacan cosas en limpio cuando la ciudadanía a través de medios de comunicación que se atreven, son capaces de denunciar el descaro. Independientemente de cómo Codelco lo traté de ocultar para que no se vea tan fuerte, es un hecho que el grito de alerta que puso El Zorro Polémico en su anterior edición fue la gota que rebalsó el vaso y que posibilitó echar a un personaje que más allá de si su gestión en la empresa haya sido buena o mala, tuvo la desfachatez de hacerse de un cargo directivo en la ANFP, en uno de los peores momentos -más allá del precio del cobre- en la gestión de Codelco, cuando la ausencia de un plan de desarrollo de mediano y largo plazo es una angustia permanente para quienes están en las altas esferas y ven como cada proyecto presentado en el último plazo naufraga en medio de la incompetencia de Ejecutivos de paso. Guillermo Vera se ha convertido en la primera prueba concreta que este pequeño 4° poder no sólo dispara balas de salva.
A disfrutar de esta edición, como siempre hecha con cariño y consecuencia.